Ruinas de la Santísima Trinidad del Paraná

La misión jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná es la reducción guaraní mejor conservada del Paraguay y la más extensa. Se encuentra ubicada en una colina a 28 kilómetros al noreste de Encarnación, en el distrito de Trinidad en Itapúa; se accede a ella desde la ruta VI.
Fue fundada en junio de 1706, y en 1728 contaba con una población de 3000 indígenas guaraníes. 

Fue redescubierta cerca de dos siglos después de su abandono, declarándose Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.

Cuenta con una Plaza Mayor, lugar de reunión del pueblo y un Museo Jesuítico localizado en la antigua sacristía dónde se pueden apreciar esculturas y una maqueta de la misión.
 
Esta reducción cuenta con el mayor templo construido entre todos los que conforman las reducciones jesuitas, en donde sobresale el friso de los ángeles músicos que hasta el hallazgo de las partituras musicales en Moxos (Bolivia) constituían el único antecedente de la música en las misiones jesuitas. 

Este pueblo es el que conserva en mayor grado la estructura de conformación del pueblo.

Trinidad se encuentra bajo constantes trabajos de restauración y mantenimiento.

El arquitecto de la iglesia principal fue Juan Bautista Prímoli, que también se encargó del diseño de toda la reducción.

Cuenta con una Plaza Mayor, alrededor de la cual se encuentra el resto de la misión. En el lado principal se encontraba la Iglesia Mayor, el cementerio, la huerta, un patio y otros edificios; y en los lados que restan se asentaban los indígenas y el mirador.

Quizás lo más llamativo a primera vista, constituya el conjunto de arquería que se observa hacia el oriente de la iglesia. Son grupos de casas de indios, formadas por habitaciones seguidas. Cada grupo de casa tiene arcos hacia el frente que mira a la plaza. Estas galerías de piedras nos hacen pensar en puentes o acueductos romanos.

Fuente: Wikipedia