Las Cavernas de Vallemí - Departamento de Concepción

En las entrañas de los cerros se abren laberínticos caminos que invitan a pasear por los límites del misterio. Y son cada vez más los intrépidos que buscan descubrir estos espacios reservados a la aventura. En zona de Vallemí existe toda una red subterránea que empieza a ser explotada como atractivo turístico. Pase y explore.
La gran superficie rocosa que se ubica a orillas del río Paraguay no solo embellece el paisaje norteño. Además de proveer materia prima para la producción de cal y cemento, ahora aporta un nuevo valor agregado: las cavernas. Estas laberínticas cavidades abiertas en las entrañas de los cerros situados en zona de Vallemí y San Lázaro empiezan a ser explotadas como atracciones turísticas.

Amantes de la espeleología(ciencia que estudia la naturaleza, el origen y formación de las cavernas, y su fauna y flora), excéntricos y cultores de los deportes de aventura son los principales interesadosen introducirse en estas raras cuevas donde la luz solar no ha llegado nunca. 

"Sí, vienen muchos extranjeros", confirma Rocío Narváez, una simpática chica de 16 años que hace de guía. Ella y otros 66 jóvenes del lugar fueron adiestrados por la Cooperación Española para cumplir el rol de anfitriones especializados. Y han formado el Centro de Guía Turista de Vallemí, que ofrece a los visitantes diversas opciones: cavernas, ciclismo, playa, pesca deportiva, campamento y senderismo.

Hasta el momento se han descubierto unas cuantas cavernas. Pero los entendidos opinan que serían apenas el 2% del total que estadísticamente deben existir. Las ya habilitadas son Tres Cerros, Calera Risso, Camba Jhopo, Cerro San Lázaro y Cerro Santa Helena. "Son espacios abiertos en medio de piedras calcáreas de millones de años. Se supone que estas aberturas se produjeron por efecto del agua", aporta César González (27), guía recibido hace dos años y medio.

Ingresar a las cavernas es como un desafío íntimo. Sube la adrenalina cuando uno se mete a caminar por angostos y oscuros espacios, con clima propio y fantasiosos recovecos.
Frías y blancas paredes conducen a precipicios u obligan a gatear por estrechos túneles, con poca cantidad de oxígeno. Estalactitas y estalagmitas formadas por filtraciones de agua durante millones de años imponen una ambientación misteriosa.

Estas frágiles formaciones requieren de cuidado permanente para evitar mutilaciones, ya que se registraron casos de roturas intencionales. "Tuvimos que colocar portones de hierro en los accesos, porque hay gente malintencionada que entra a romper las estalactitas. Y si no las cuidamos pueden desaparecer por completo", advierte Hugo Zoilán, un hombre de 34 años, dedicado a la recepción de turistas.

La localidad de Vallemí se sitúa a orillas del río Paraguay, al norte del departamento de Concepción. Dista 680 km de Asunción. Un precario camino de tierra que se clausura con lluvia conduce desde Concepción a la alejada comunidad ribereña que cuenta con puerto y pista de aviación. Su fundación data del año 1949, pero no tiene municipio propio y depende de San Lázaro.
La instalación de la planta fabril de la Industria Nacional del Cemento (INC) hizo que Vallemí creciera hasta llegar a contabilizar 5.860 habitantes (Censo Nacional 2002). Hoy ocupa el tercer lugar en población urbana del Primer departamento, detrás de Concepción (44.750) y Horqueta (9.860). El sector céntrico reúne una serie de elegantes casas de estilo que fueron habitadas por los franceses que habían venido para instalar la cementera. Un ruta asfaltada de circunvalación le otorga la apariencia moderna y dinámica.

A unos 15 km de distancia se encuentra San Lázaro, famosa por sus canteras de mármol. La pequeña comunidad fue fundada por el señor Lázaro Aranda el 17 de diciembre de 1930 y elevada a la categoría de distrito recién en 1956. Su reducida población, 630 almas (censo 2002), se dedica casi en exclusividad a las caleras y a la pesca.
En su jurisdicción se halla la Caverna Tres Cerros, descubierta algún tiempo atrás cuando la Industria Nacional del Cemento (INC) explotaba las piedras para la producción de cemento. Prudentemente, los directivos suspendieron la extracción para permitir la preservación de las cuevas. Para llegar a la puerta de acceso hay que ascender el cerro central a través de un sendero ecológico, donde se encuentran cactus de más de 8 metros de altura y 100 años de antigüedad. Bandadas de ruidosos loros acompañan la subida.

La entrada a la galería principal tiene un ancho de 2 metros y una altura promedio de 14 metros. Su suelo en mayor parte es de tierra, estando en algunos lugares cubiertos por coladas o gours. Adentro, la aventura se convierte en una extraña sensación de viaje a lo desconocido.

Estalactita & estalagmita
Toda estalactita comienza con una simple gota de agua mineralizada. Cuando la gota cae, deja detrás de ella un fino reguero de calcita. Cada gota sucesiva que cae deposita otra pequeña capa de calcita. Finalmente, las capas forman un estrecho tubo de 0,5 milímetros. Estos tubitos pueden crecer bastante pero son muy frágiles. La misma gota de agua que cae de la punta de una estalactita deposita más calcita en el suelo, resultando finalmente una estalagmita redondeada o cónica.

La formación correspondiente en el suelo es conocida como estalagmita, palabra que proviene del griego y significa gota. Si pasa el tiempo suficiente, estas formaciones crecen y pueden encontrarse resultando una formación denominada columna o pilar. Las estalactitas, como muchos de los espeleotemas, pueden presentar toda la gama de coloraciones posibles dependiendo de los minerales disueltos, bacterias, así como inclusiones de material detrítico u orgánico.

Era Precámbrica


En el centro norte de la República del Paraguay, sobre la orilla oriental del río homónimo, se encuentran unos afloramientos rocosos pertenecientes al Precámbrico. Estas formaciones están distribuidas como un rosario desde la desembocadura del río Apa, limítrofe con el Brasil en el Norte, hasta Puerto Itapucú-mí en el Sur, y se divisan pequeñas lomadas (están constituidas por roca caliza afectada en algunos lugares por fracturas (fallas y diaclasas).

Favorecidas por una precipitación anual de 1.238 milímetros y una abundante vegetación que las cubre, han dado lugar a través del tiempo y merced a procesos de meteorización, química y erosión a la formación de una cantidad innumerable de cavernas. Desde el punto de vista científico estas cavernas son un enclave excepcional, donde la naturaleza se muestra con toda su magnificencia a la espera de su estudio sistemático.

Publicado en ABC color - Informe elaborado por misiones espeleológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Argentina, en 1985